Es la eterna pregunta. ¿Compro o alquilo? ¿Alguna de estas dos opciones es mejor? Si antes de que nos abordara la crisis por la COVID-19 ya teníamos dudas, imagínate ahora. Conocer qué compensa más pasa por analizar tanto la situación personal y financiera del interesado como la del propio mercado.
A primera vista, ninguna de las dos opciones es mejor que la otra. Cada una de ellas compensará en función de las necesidades de cada persona y de la situación del sector. Por ello, disponer de la información suficiente es vital para la toma de decisión. Para ayudarte en esta ardua tarea, intentaremos dejar claras cuáles son las ventajas e inconvenientes de cada una de las opciones. ¿Qué hay que hacer antes de tomar la decisión definitiva?
Evaluar la situación inicial para comprar o alquilar
Algunas de las primeras preguntas que se deben plantear es en qué momento nos encontramos: ¿vamos a cambiar de ciudad próximamente?, ¿ampliaremos la familia?, ¿cambiaremos de trabajo?, ¿tenemos ahorros?, ¿compro como inversión?, o ¿cómo está el mercado? Todas ellas, entre muchas otras, ayudarán a conocer el punto de partida y la situación que condicionará la decisión. Lo primero, hacer números para conocer el estado financiero real.
Si optamos por comprar…
Pongamos que la vivienda que te interesa cuesta 175.000 euros, por lo que la hipoteca que te concederán será de 140.000 euros, teniendo en cuenta que los préstamos hipotecarios suelen ser concedidos por el 80% del precio de venta del inmueble. En ese caso será imprescindible tener unos ahorros, como mínimo, de los 35.000 euros restantes del valor de la vivienda. Esto significa que hay que tener ahorrado, por lo menos, el 20% del precio de la vivienda, además de los gastos de constitución. Estos dependerán de la comunidad autónoma.
Con esta opción se deberá contar con ahorros y un cierto desahogo financiero. Es importante recordar que la cuota mensual de la hipoteca no debería suponer más del 30 % o el 35 % del total de los ingresos del hogar.
Si nos decantamos por el alquiler…
La inversión inicial no es tan fuerte como en la compra, pero también se debe contar con cierto colchón para hacer frente a la fianza legal. Esta suele equivaler a un mes de renta. En ocasiones también pueden solicitar un aval bancario o un depósito que puede equivaler a varios meses de alquiler, además de los honorarios de agencia inmobiliaria.
Con la opción del alquiler sigue siendo necesario cierta solvencia y estabilidad para conseguir el contrato, pero no es necesario contar con unos ahorros tan elevados.
Una vez disipadas las dudas sobre el desembolso inicial, hay que pasar a hacer números sobre el gasto mensual y ver con cual de las dos opciones ahorraremos más a largo plazo o sacaremos un mayor beneficio. Esto sin contar con los factores sentimentales que, en muchas ocasiones, son los que nos empujan a tomar la decisión final.
Analizar la situación del mercado inmobiliario
No podemos pasar por alto que la crisis sanitaria derivada del coronavirus ha pasado factura al sector inmobiliario. Analizar la situación de ambos mercados puede hacer inclinar la balanza hacia uno u otro. En este momento, y en cuanto a la compra, hay que indicar que por ahora los propietarios de viviendas no están bajando los precios debido a la crisis del coronavirus. Los precios de oferta se están manteniendo, por ahora. Es posible que veamos algunas bajadas de precio más abultada en estos próximos meses, pero no se esperan grandes caídas en el precio de la vivienda de segunda mano.
En cuanto al alquiler, parece ser que mientras la oferta y la demanda no estén más equilibradas, el precio del alquiler seguirá incrementándose. No obstante, puede que en ciudades como Madrid y Barcelona se registren algunos descensos, teniendo en cuenta que en los últimos años se han dado incrementos muy elevados y que actualmente se encuentran en máximos históricos.
Una vez analizada la situación personal y del sector, llega el momento de ser objetivo con las dos opciones y conocer qué pros y contras nos ofrece cada una.
¿Cuáles son las ventajas y desventajas de comprar y alquilar?
Como decíamos al comienzo, ninguna opción es mejor que otra, simplemente una de ellas se adaptará mejor a unas necesidades en concreto. Para intentar ser lo más objetivos posible, analizaremos los pros y contras de cada opción.
Las ventajas de comprar
- Inversión a futuro. Comprar para alquilar o para revender cuando se revalorice son algunas de las opciones que puedes barajar con esta opción.
- Personalización de la vivienda. Lo bueno de ser el propietario es que puedes decorar y reformar a tu gusto sin depender de un tercero.
- Patrimonio. Uno de los objetivos de casi todos los españoles es comprar una vivienda para en un futuro tener un lugar donde jubilarse y dejar un patrimonio a los hijos. La opción de compra genera tranquilidad a futuro.
Las desventajas de comprar
- Desembolso inicial elevado. Al optar por la compra serán necesarios unos ahorros cuantiosos que, por lo general, los jóvenes no suelen tener.
- Más papeleo inicial. La firma de hipoteca, de escritura y el resto de las gestiones conllevan un papeleo y una inversión en tiempo mayor.
- Gastos de mantenimiento. Además de la hipoteca mensual, se tendrá que hacer frente a una serie de gastos de mantenimiento de la vivienda, comunidad, derramas, seguros, etc.
Las ventajas de alquilar
- Flexibilidad. La posibilidad de cambiar de vivienda en función de las necesidades de cada momento, como la ampliación o reducción de la familia, cambio de trabajo, etc.
- Desembolso inicial menor. Cierto es que cada vez se piden más requisitos para formalizar un contrato de alquiler pero, aún así, el desembolso inicial será mucho menor que en una compra de vivienda.
- No hay gastos de mantenimiento. Cualquier gasto de mantenimiento correrá a cargo del propietario, el inquilino se ahorrará esta parte, al igual que las derramas, comunidad y seguro de hogar.
Las desventajas de alquilar
- Incertidumbre. Al igual que existe una mayor flexibilidad para cambiar, también existe mayor incertidumbre al no ser propietarios puesto que cabe la posibilidad de no renovación del contrato o subidas de alquiler.
- Poca personalización. Los cambios y reformas que se permitan en la vivienda siempre dependerán del propietario.
- No inversión a futuro. No existe la posibilidad de sacar rendimiento a la vivienda en un futuro ni de contar con un inmueble en propiedad al finalizar el pago de la hipoteca.
Una vez conocidos todos estos datos, la decisión es cuestión de cada uno. Aunque no queremos dejar de recordarte que en INMOCAT podrás encontrar la vivienda que necesitas sin importar que sea compra o alquiler.