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Cinco consejos si vas a cambiar ahora de hipoteca variable a fija

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Cinco consejos si vas a cambiar ahora de hipoteca variable a fija

Cinco consejos si vas a cambiar ahora de hipoteca variable a fija, muchos hipotecados sopesan pasarse al tipo fijo en plena escalada del euríbor

Miles de hipotecados están pensando en cambiar su hipoteca variable por una fija ante la fuerte subida que está registrando el euríbor en los últimos meses. A pesar de que las hipotecas fijas se están encareciendo, todavía es un buen momento para pasarse al tipo fijo. Eso sí, conviene tener en cuenta si compensa más hacer una novación o una subrogación, mirar varias ofertas, conocer las comisiones asociadas y realizar el cambio en los primeros años de vida del préstamo para que la operación sea lo más ventajosa posible.

Repasamos cinco consejos que debes seguir para cambiar tu hipoteca variable por una fija:

Pasar de hipoteca variable a fija con los tipos de interés bajos

El primer elemento que debemos tener en cuenta es que el mejor momento para cambiar de hipoteca variable a fija es cuando los tipos de interés están bajos. ¿Por qué? Porque una de las principales ventajas de convertir una hipoteca variable a fija consiste en pagar siempre la misma cuota, por lo que nos interesa que la cuota que vayamos a pagar sea lo más baja posible.

De esta forma, nos beneficiamos de los tipos de intereses bajos durante toda la vida de la hipoteca fija (incluso si el euríbor sube después de la firma). Actualmente el euríbor a 12 meses se encuentra por encima del 1,2%, en máximos desde 2012, lo que está provocando un fuerte encarecimiento de las cuotas mensuales en el momento de la revisión (unos 1.400 euros anuales de media); y los expertos prevén más subidas en los próximos meses. 

Escoger la vía que más nos conviene según cada caso. Cinco consejos si vas a cambiar ahora de hipoteca variable a fija

A grandes rasgos, se puede cambiar una hipoteca variable a fija de dos formas distintas: mediante la novación o la subrogación.

En el caso de la novación, lo que hacemos es volver a reformular los términos de nuestra hipoteca con el mismo banco. De esta forma, cambiamos nuestra hipoteca de variable a fija, pero manteniéndola en la misma entidad. Por su parte, la subrogación del acreedor consiste en cambiar nuestra hipoteca a otro banco y, aprovechando dicho cambio, podemos pasar de hipoteca variable a fija.

Ambas opciones son válidas a la hora de convertir una hipoteca variable a fija. Por ello, lo más recomendable es valorar ambas opciones y escoger la que nos ofrezca mejores condiciones.

Comparar hipotecas de otros bancos

Para optar por la subrogación del acreedor (llevar nuestra hipoteca a otro banco) es indispensable que encontremos previamente un producto hipotecario que nos interese. Es decir, que nos ofrezca mejores condiciones que nuestra hipoteca actual. Entre ellos, que sea una hipoteca fija.

En este sentido, lo más recomendable es apoyarnos en un bróker hipotecario que nos permita tener una perspectiva amplia de los distintos préstamos disponibles, así como de las diversas entidades bancarias que los ofrecen. De este modo, tendremos una visión más amplia del mercado hipotecario y podremos escoger la hipoteca que mejor se adapte a nuestras necesidades y nos permita ahorrar más dinero con el cambio de hipoteca variable a fija. Eso sí, es muy importante que el servicio sea gratuito; si no, acabaríamos pagando al bróker lo que nos ahorramos con el cambio de hipoteca.

Hacer el cambio durante la primera mitad de vida de la hipoteca

La mayoría de las hipotecas actuales se rigen por el sistema de amortización francés. Es decir, al principio se pagan más intereses y, a medida que avanzan las cuotas, se procede a la devolución del capital (el dinero prestado).

En la práctica, esto significa que la primera mitad de vida de la hipoteca se pagan la mayor parte de los intereses del préstamo, que es justo la parte que nos podemos ahorrar al convertir una hipoteca variable a fija. Por ello, lo más recomendable es hacer esta operación durante los primeros años de vida de la hipoteca. Por ejemplo, en el caso de una hipoteca variable a 30 años, lo más recomendable será convertirla en fija antes del año 15, que es cuando se pagan más intereses si nos regimos por el sistema de amortización francés.

Revisar las comisiones asociadas

¿Cuánto cuesta cambiar de hipoteca variable a fija? Pues depende de si optamos por la novación o la subrogación. En ambos casos, el coste va a estar determinado por la comisión asociada (de novación o subrogación, respectivamente).

Estas comisiones están actualmente limitadas por la ley hipotecaria de 2019, por lo que, según sea el caso, se pagará más o menos por pasar de hipoteca variable a fija. El precio de las comisiones aparece siempre en el contrato de nuestra hipoteca y, además, también hay que tener en cuenta que hay determinadas entidades que las han suprimido. Es decir, en algunos casos, pasar de hipoteca variable a fija puede no tener ningún coste adicional asociado. No obstante, es importante revisar los términos de cada contrato para conocer cada caso en particular.

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