En una revelación sin precedentes, la autoridad monetaria y financiera ha compartido datos detallados sobre la riqueza de los hogares en la Eurozona, presentados como las “Distributional Wealth Accounts” (Cuentas de Distribución de Riqueza). Este informe pone de manifiesto que el ascenso constante de los precios de la vivienda en los últimos años ha desempeñado un papel fundamental en el enriquecimiento patrimonial de las familias. De hecho, la riqueza de los hogares con propiedades inmobiliarias ha experimentado un aumento del 10% más que la de aquellos que optan por vivir en alquiler.
El Banco Central Europeo (BCE) resalta que el notable incremento del 29%, equivalente a unos 13,7 billones de euros, en la riqueza neta de los hogares de la Eurozona durante los últimos cinco años ha ido de la mano de una ligera disminución en la desigualdad. Esta disminución se atribuye, en parte, al beneficio obtenido por los propietarios de viviendas, quienes representan más del 60% de la población y han experimentado un aumento del 27% en su riqueza neta por hogar durante dicho período.
El BCE señala que el aumento en la riqueza inmobiliaria se ha distribuido de manera más equitativa que el incremento en el valor de las acciones cotizadas, contribuyendo así a la reducción de la desigualdad económica en la región. Sin embargo, a pesar de estos avances, la nueva estadística revela que la brecha entre las familias con mayor y menor riqueza aún persiste.
Según los datos desglosados por el BCE, el 5% superior de los hogares posee más del 43% de la riqueza neta, aunque esta proporción ha disminuido ligeramente desde 2016. Esto significa que apenas el 5% de las familias acumulan más del 43% del patrimonio en la Eurozona. En contraste, el 50% de las familias no alcanza ni el 5% del total de la riqueza.
A lo largo del mismo periodo, la riqueza neta mediana ha experimentado un aumento significativo del 40%, alcanzando actualmente más de 150.000 euros, la cifra más alta en los últimos 14 años. Estos datos reflejan un crecimiento notable desde la primavera de 2009, cuando la cifra se situaba cerca de los 107.500 euros.
Es esencial destacar que la primera estadística del BCE sobre la distribución de la riqueza en la Eurozona no tiene en cuenta la reciente disminución en el precio de la vivienda en muchos países europeos. Esto se debe al impacto de la subida de los tipos de interés, que han alcanzado máximos en más de dos décadas. Por lo tanto, es probable que los futuros datos trimestrales incorporen ajustes en respuesta a las condiciones actuales del mercado inmobiliario.
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